lunes, 2 de abril de 2018

Según dicen, si no escribes con regularidad no existes para las redes sociales. Los seguidores terminan por olvidar que existes...y yo sigo siendo, como los escritores de antaño, mas de pluma y de papel. Los ordenadores son entes extrañas que me cansan y se alejan de todo lo que para mi es cálido y cercano.
En realidad escribo sin pensar demasiado en los seguidores aunque he de confesar que de vez en cuando me acerco hasta el ordenador para "cotillear" las visitas a mi blog, sobre todo esos días en que la soledad se adhiere a la piel y la mirada vuela en busca de compañía. Quizá también esa sea una de las razones por las que me acerco hasta todos los que os ocultáis  tras la pantalla luminosa.

En fin! la tarde desciende y mi capacidad de hilar letras, frases quebradizas, sonidos...decae con ella.
Quizá lleguen pronto los días de primavera. Quizá. Todo es posible en este pequeño mundo en el que realizamos el duro trabajo de vivir.

Tendremos que pintar de nuevo las horas con la esperanza sobre la hierba.

domingo, 18 de marzo de 2018

En muy pocas palabras, ella dio a entender que la vida no le estaba resultando sencilla.
 "Como a la mayoría" - pensé mientras observaba distante como un mechón de pelo se deslizaba por su frente. 
Su mirada bailaba de un lado a otro como intentado buscar la salida en el espacio vacío de las calles. Aquellas palabras eran navajas que cortaban sus entrañas en pedacitos e intentaba con ello dejarlos sobre mis manos para que yo - o cualquier otro - los peinara en una nueva trenza de luz.
 Temerosa ante el dolor no pude o quizá no supe o posiblemente no quise decir ni hacer lo que realmente necesitaba.
Nos despedimos de manera efusiva, sobre todo ella que en cuestión de segundos su estado de ánimo pareció dar un engañoso giro de 180º, prometiendo un futuro encuentro para charlar de manera más íntima y pausada. En ese instante fuimos sinceras incluso llegué a pensar que en breve, tendría una llamada suya. 
Me equivoqué.
Han tenido que pasar dos años para darme cuenta que la repentina alegría  que expresó en la despedida no se debía al encuentro, si no a la huida hacia la nada provocada por la decepción tan absoluta nacida de mi silencio. 
No estuve a la altura. 
No supe ver y mucho menos leer entre líneas.
Existen seres que gritan ayuda sin elevar la voz, sin mover ni un solo músculo, sin lágrimas ni lamentos...sin hablar abiertamente de su dolor. Lo hacen de una manera casi imperceptible, sutil y delicada como la brisa de la mañana, como un susurro. Por ello, a penas se les hace caso y a menudo se encuentran sumidos en la más absoluta soledad.

Aquella mujer, era un pétalo blanco sobre una lágrima que no ahogué. Al alejarse arrastraba más llanto del que traía.

Las hojas del calendario pasan a una gran velocidad, mucho más de lo que nos gustaría y lo que antes estaba arriba ahora está abajo, lo que antes hacia que te sintieras un ser fuerte y maravilloso, ahora te deja bajo el asfalto y... dentro de este aterrador silencio, la recuerdo. 
Recuerdo esa fragilidad que parecía partirse en dos con cada mirada. La sensibilidad de sus palabras y aquella pena hiriente como cuchillas..... tan lejana entonces, tan cercana ahora.

No volvimos a vernos. Era de esperar.
Ni hablamos.
Ni volvimos a sonreír juntas como lo hicimos en aquella despedida prometedora.
Sin embargo, desde hace días...
                                           
                                           Su voz susurrante se posa en mis párpados hasta hacerlos llorar,
Se trasforma en pétalos 
                                           Sin destino
Donde reposar las tristezas 
                                           Rebosante 
Henchida de un profundo dolor 
                                           Se pierde entre las lineas de mis manos.
Allí amanece su figura
                                           Unida su fragilidad a la mía
Sujeta a la mujer que soy
                                           en este presente de silencio y soledad.



                                                       
                                                       
                         










jueves, 8 de marzo de 2018

Un largo paréntesis.
Silencio...

Durante todo este tiempo las manos se han movido entre colores, manchado con pintura el sentimiento centrado en la creación. Ha habido tardes de paseos solitarios por caminos empedrados con la palabra en la mente, voces que repiten sin cesar el comienzo de nuevos historias, nuevos poemas cargados de presente y pasado pero sin futuro porque, con toda seguridad, no saldrán a la luz. Duermen sobre el fino hilo de la telaraña.

Hoy, el día se presenta extraño. Escribo con la esperanza de ser leída, de no estar sola ( o al menos de no sentirme ) y acariciar la palabra no escrita, no dicha..la respuesta que no llega.

Vuelvo al estudio...
permito que el trabajo borre los trazos equivocados del día para beber de sus horas.

En este histórico 8 de Marzo...
feliz día mujeres, amigas luchadoras, fuertes y maravillosamente sensibles!
feliz día compañeras de llantos, de sueños rotos y de guerra!

Para todas...un abrazo de mujer a mujer.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Realmente sería estupendo tener la posibilidad de escribir cada día
 Dejarse fluir.
Abandonarse a este papel y pluma imaginarios.

Tengo sobre el escritorio una caja donde guardo las plumas con diferentes plumines,colores y edades. En el segundo cajón los papeles de diferente gramaje y texturas duermen uno sobre otros.
 A veces me siento cerca del tablero, apoyo los brazos, abro el plumier, observo las estilográficas - nombre que evoca aromas, sabores.. - y elijo la más querida para el momento, aquella que sabrá bailar sin hacer ruido o bien la vieja compañera de viaje que siempre deja el rastro de tinta sobre el dedo corazón.

Escribir a mano es una delicia perdida, eclipsada por el teclado de los ordenadores. Se pierde el sonido del plumín al deslizarse por el papel. Esa pequeña huella que suele quedar en nuestro dedo tras haber escrito durante largo rato. El sutil aroma de la tinta. El maravilloso rito de introducir el plumín en el tintero para cargar el depósito con el temor de que caiga una gota-borrón en nuestro preciado texto.

Mi primera pluma, que por cierto aún conservo, llegó cuando tenía nueve años. Venía en un estuche de cremallera que me debió regalar algún familiar por la primera comunión. Al abrirlo una fila maravillosa de pinturas de doce colores se desplegó como un doble arco iris. Un sacapuntas, un borrador blandito, un lapicero de madera, el cartabón pequeño de plástico azulado y aquel  semicírculo numerado que hasta pasado unos años no supe ni su nombre ni su utilidad y....oh que maravilla!!! en lugar del bolígrafo común y corriente, aquel estuche traía una pluma negra con pequeños adornos plateados. Mi estuche era único!!! La estilográfica tan nueva, tan misteriosa por dentro eclipsó absolutamente a todos sus compañeros...

Con ella comencé a escribir en aquellos papeles reciclados que nos traía el tío de su oficina:, escritos a maquina por una lado y limpios por el otro. Eso si, perfectamente guillotinados.

Se ha hecho de noche. Enciendo la luz. Al iluminarse la habitación se borran los recuerdos, los aromas del colegio, el color azul ultramar del papel con el que forrábamos los libros.... y, como era de esperar, el teclado del ordenador con su sonido metálico lo cubre todo de presente.

Esta bien evocar
 Es sano.
Nos hace recordar quienes somos y de donde venimos....no está mal.

Feliz descanso para los que jugáis con las letras trás esta cuartilla de luz.

sábado, 26 de agosto de 2017



No puedo dejar de sentir ni de sonreír.
La vida es una continua carcajada escrita con letra cursiva, ondeante y negrita.
No deja de ser un paseo entre el amor y la muerte que se desliza como un gusano bajo nuestra puerta.

De mañanita, salgo por el camino que lleva al pueblo y lanzo un azulado y hondo suspiro. Azul como el agua del río que abraza las casas de piedra hasta llegar al puente. Lo observo con palpitante inquietud. Percibo el leve sonido del viento tempranero que hace silbar las hojas de los árboles y descifrar los mensajes sonoros de las aves.
En lugares tan sencillos se oculta el sonido de la vida que justifica la existencia.

Sonrío.
Hay que hacerlo. Es la señal que deja nuestra esperanza sobre el rostro...sonreír, a pesar de los dolores, la fatiga y de los días nublados que caen plomizos sobre nuestras cabezas.


Felices y serenas horas a todos los que habéis llegado hasta las líneas de mis manos.




martes, 15 de agosto de 2017

Quedan quince minutos para que salga el tren.
Aún no te has ido  y ya me devora la ausencia.
Mañana,
 cada rincón de mi cuerpo se iluminará,
como la presencia de la luz donde hubo sol

sábado, 12 de agosto de 2017

El corazón no deja de ser un musculo rojizo, el motor perfecto para nuestra compleja y mágica maquinaria.
Un musculo que protagoniza nuestros sentimientos mas tiernos y sensibles.
Un músculo al que le hemos dado la complicada tarea de ordenar nuestros sentimientos mas ocultos y delicados.

Hoy el mío se derrite como un helado a pleno sol,
Es un dulce pegajoso que se alimenta de nostalgia al escuchar la banda sonora de la película "Esencia de mujer".  Ese tango que el protagonista ciego baila maravillosamente con la mujer a la que no puede ver pero cuyo aroma le ha hace volar y extender sus alas blancas que marcan los pasos sobre la pista.
Música que trasporta mis sentidos a los años de baile cuando danzaba sobre el cristal de la juventud entre los brazos que alentaban la vida y unos labios que sellaron la promesa: " Mientras yo esté cerca nunca permanecerás sentada" y..... ya veis!..
                              Llevo años inmóvil sobre una silla de papel, frágil como hoja.
                                                             No hay regreso.
                              El tango, nunca más se enredará en mis tobillos.

Hace días una amiga y buena escritora me comentó mientras dábamos un paseo entre árboles: " La vida, en realidad, no es corta. Cuando miro hacía atrás y veo la cantidad de cosas que he hecho, el gran número de experiencias vividas.... es entonces cuando me doy cuenta que es larga...larga, extensa y hermosa." Querida compañera, cuanta razón tienes! Comparto plenamente tu reflexión.
En escasas ocasiones paramos nuestro tiempo para mirar el recorrido realizado.
En realidad, la vida está siendo larga venturosa y hermosa gracias a lo recorrido y sembrado en el camino, aunque existan momentos de nostalgia -como este- y el corazón ( ese músculo rojizo donde ocultamos los sentimientos más tiernos) nos juegue malas pasadas porque está cansado de cargar con tanto llanto,tantos desencuentros, tanta luz, tantas muertes y tanto amor tatuado y él, fuerte y denso como los siglos, tiembla y late
                                                 late y tiembla como una hoja humedecida por el rocío.
                                                                                   
                                                             
Feliz y venturosa tarde de sábado para tod@s.