sábado, 26 de agosto de 2017



No puedo dejar de sentir ni de sonreír.
La vida es una continua carcajada escrita con letra cursiva, ondeante y negrita.
No deja de ser un paseo entre el amor y la muerte que se desliza como un gusano bajo nuestra puerta.

De mañanita, salgo por el camino que lleva al pueblo y lanzo un azulado y hondo suspiro. Azul como el agua del río que abraza las casas de piedra hasta llegar al puente. Lo observo con palpitante inquietud. Percibo el leve sonido del viento tempranero que hace silbar las hojas de los árboles y descifrar los mensajes sonoros de las aves.
En lugares tan sencillos se oculta el sonido de la vida que justifica la existencia.

Sonrío.
Hay que hacerlo. Es la señal que deja nuestra esperanza sobre el rostro...sonreír, a pesar de los dolores, la fatiga y de los días nublados que caen plomizos sobre nuestras cabezas.


Felices y serenas horas a todos los que habéis llegado hasta las líneas de mis manos.




martes, 15 de agosto de 2017

Quedan quince minutos para que salga el tren.
Aún no te has ido  y ya me devora la ausencia.
Mañana,
 cada rincón de mi cuerpo se iluminará,
como la presencia de la luz donde hubo sol

sábado, 12 de agosto de 2017

El corazón no deja de ser un musculo rojizo, el motor perfecto para nuestra compleja y mágica maquinaria.
Un musculo que protagoniza nuestros sentimientos mas tiernos y sensibles.
Un músculo al que le hemos dado la complicada tarea de ordenar nuestros sentimientos mas ocultos y delicados.

Hoy el mío se derrite como un helado a pleno sol,
Es un dulce pegajoso que se alimenta de nostalgia al escuchar la banda sonora de la película "Esencia de mujer".  Ese tango que el protagonista ciego baila maravillosamente con la mujer a la que no puede ver pero cuyo aroma le ha hace volar y extender sus alas blancas que marcan los pasos sobre la pista.
Música que trasporta mis sentidos a los años de baile cuando danzaba sobre el cristal de la juventud entre los brazos que alentaban la vida y unos labios que sellaron la promesa: " Mientras yo esté cerca nunca permanecerás sentada" y..... ya veis!..
                              Llevo años inmóvil sobre una silla de papel, frágil como hoja.
                                                             No hay regreso.
                              El tango, nunca más se enredará en mis tobillos.

Hace días una amiga y buena escritora me comentó mientras dábamos un paseo entre árboles: " La vida, en realidad, no es corta. Cuando miro hacía atrás y veo la cantidad de cosas que he hecho, el gran número de experiencias vividas.... es entonces cuando me doy cuenta que es larga...larga, extensa y hermosa." Querida compañera, cuanta razón tienes! Comparto plenamente tu reflexión.
En escasas ocasiones paramos nuestro tiempo para mirar el recorrido realizado.
En realidad, la vida está siendo larga venturosa y hermosa gracias a lo recorrido y sembrado en el camino, aunque existan momentos de nostalgia -como este- y el corazón ( ese músculo rojizo donde ocultamos los sentimientos más tiernos) nos juegue malas pasadas porque está cansado de cargar con tanto llanto,tantos desencuentros, tanta luz, tantas muertes y tanto amor tatuado y él, fuerte y denso como los siglos, tiembla y late
                                                 late y tiembla como una hoja humedecida por el rocío.
                                                                                   
                                                             
Feliz y venturosa tarde de sábado para tod@s.



miércoles, 2 de agosto de 2017

Juego con las días, con las manecillas de ese reloj que se derrite sobre la mesa del comedor.
 Un reloj invisible y secreto que marca las horas de la vida.
Sobre el escritorio una columna de libros hace sombra al cuaderno abierto que muestra sin pudor, su cuadricula desnuda. Hoy la pluma no ha querido acariciarla.

Quedan veinticuatro días para que baile de nuevo sobre las nubes.
Veinticuatro días infinitos como cipreses.
Al fin volaré hacia esa Italia que adoro para recorrer sus calles y llenar la mirada de luces.

Surcaré los cielos y mis cabellos dibujarán líneas blancas entrelazándose las unas con las otras. El viento saldrá a mi encuentro y bañará la piel con su frescura. Yo extenderé los brazos, la boca, el alma para recibir la luz del bienestar, del sueño cumplido, de la satisfacción de estar en lo más alto.

Todo llega.
                  La clave es saber esperar.
                                                           Tener la paciencia suficiente hasta recibir lo deseado.